Perfil cultural de la provincia
Además de su apego a la tierra, están la arraigada costumbre de la música y el baile de palos o atabales, las fiestas patronales de los diversos municipios y distritos municipales, mezclas de celebraciones sacras y profanas, así como algunas manifestaciones particulares, como el carnaval de Yerba Buena.
Hato Mayor presenta una diversidad en su conformación étnico-cultural, lo que le otorga la característica de un territorio multiétnico. En sus tierras confluyeron grupos de inmigrantes llegados de diversas partes del mundo en diferentes períodos de su historia, entre ellos en primer lugar tos españoles (principalmente canarios), seguidos de africanos traídos en condición de esclavos durante la época colonial, y luego, especialmente durante el siglo XX, puertorriqueños, árabes, italianos, y recientemente, un numeroso grupo de haitianos.
Música y tradiciones musicales
La provincia Hato Mayor cuenta con una rica tradición musical derivada de su condición de comunidad multiétnica y multicultural. En este quehacer se expresa una mezcla de raíces autóctonas, hispánicas y africanas, éstas últimas evidenciadas en la existencia de muchos grupos de atabales o palos, como se les conoce comúnmente. La mayoría de estos grupos opera en la zona rural, pero algunos se han establecido en los barrios populares.
Creencias religiosas en la provincia
Según los resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud (ENDESA) 2002, el 61.5 por ciento de la población de Hato Mayor es de creencia católica, seguida por los afiliados a la religión evangélica que representan el 11 por ciento. Otras creencias ocupan sólo el 0.6 por ciento y se declara sin religión el 22.3 por ciento de los pobladores de la provincia.
La condición de territorio mayoritariamente católico, hace que en la provincia muchas personas sean devotas de la Virgen de la Altagracia y que acudan los días 21 de enero al principal santuario de ésta en el país, que es a Basílica de Higuey.
Fiestas patronales
Las fiestas patronales del municipio Hato Mayor del Rey se celebran el 24 de septiembre; tienen una parte religiosa y otra festiva, con fiesta de atabales en honor a Nuestra Señora de Las Mercedes. Estas se hacen principalmente en el barrio Media Chiva, comienzan nueve días antes y terminan 9 días después del día de la Patrona.
En la obra Haro Mayor del Rey: pasado, presente y futuro, se afirma que: “Las festividades en alabanza a la Virgen de Las Mercedes fueron impuestas o asumidas, a los o por los indígenas, negros y mestizos, que convivían en los hatos de los Dávila. Poco a poco estas celebraciones se fueron extendiendo a otros poblados, llegando a ser más que festividad religiosa una manifestación popular de las comunidades. En principio el patrón de la parroquia de Hato Mayor del Rey era San José (1818), y por tanto, las celebraciones giraban en torno a este. En 1948 las festividades religiosas fueron refundidas a la de la Virgen de Las Mercedes, hasta que en 1963, las loas a San José se limitan a velorios y velaciones en algunos barrios y parajes… las celebraciones han ido tomándose de generación en generación, unas veces enriqueciéndose, otras tomándose rutinarias, y últimamente adaptadas a los tiempos modernos, conjugando lo popular con lo religioso, siempre con las ceremonias principales los 24 de septiembre.
Los actos, manifestaciones y eventos se inician a principio de septiembre y terminan al final del mismo. Estas fueron adquiriendo gran dimensión, llegando a ser una especie de feria popular y religiosa, donde se manifiestan las costumbres, creencias, tradiciones de comidas, vestuarios, bailes de atabales, con marimbas, guitarras, guiros de bangaño, balsié, perico ripiao, corridas de caballos o sortijas, competencias de burros, jugadas de gallos, visitas de los gitanos; de los juegos mecánicos, fiestas de disfraces y reinados.”
El autor agrega: “El paso de los años hace sus múltiples aportes y la tradición termina enriquecida con nuevos elementos, aparecen los juegos del Palo Encebado, desfile de bandas musicales, las orquestas amenizando fiestas en bares y restaurantes. También concursos de décimas, refranes, salves, humor, cantores populares, poesías, teatro, danzas, coros religiosos y profanos. Finalmente, surge la costumbre de colocar tarimas en los alrededores del parque Mercedes de la Rocha, donde se expenden comidas y bebidas alcohólicas, animando a la gente con enormes y potentes equipos de sonido. La participación en estas celebraciones es masiva y la efervescencia del comercio para esos días crece, reanimando la economía local.”
Vega deja ver que se han ido perdiendo tradiciones como la del palo encebao, la gallinita ciega, y el traslado de la imagen de la Virgen Mercedes desde Mata Palacio a la ciudad cabecera. Según el periódico AgroEste -citado por el autor- la elección de la reina de las fiestas patronales hatomayorenses no ha sido continua.
Carnaval de Yerba Buena
Aunque recientemente se han comenzado a promover grupos carnavalescos en la ciudad de Hato Mayor del Rey en Yerba Buena, un distrito municipal a cinco kilómetros de ésta, se celebra tradicionalmente una fiesta de carnaval, teniendo como principal identidad y atractivo a las marimantas, personajes carnavalescos cuyo cuerpo está cubierto de ramas verdes de árboles, con una máscara de cuero de vaca, la cabeza cubierta con un caparazón que le sirve de guarida al comején. Otro personaje es “El Doctor”, pintado de carbón y varios colores. con unos espejuelos de cáscara de naranja con alambres y con un maletín, que va queriendo curar a todo el mundo, especialmente a las mujeres.
Entre los personajes más comunes del carnaval están, pícaros y alegres. Se trata de los “Travestís”, hombres que se visten de mujer y van divirtiendo a todos los asistentes con sus conocidos contorneo.