En el período de la España Boba hubo tres conspiraciones fallidas tendentes a lograr la independencia.
La más importante fue descubierta en septiembre de 1810, y se le denominó La Conspiración de los Italianos, porque formaba parte de la misma un capitán piamontés llamado Emigdio Persi. Formaban parte de esta conspiración el venezolano Juan Cataño, el puertorriqueño Juan José y el haitiano Santiago Fauleau.
Debido a su condición de militar, Persi fue solamente fusilado; mientras que los otros tres fueron ahorcados; sus cabezas exhibidas en la plaza pública y sus cuernos descuartizados y fritos en alquitrán.
El 12 de febrero de 1811 falleció Juan Sánchez Ramírez de muerte natural. Le sucedió al frente de la gobernación Manuel Caballero, quien había sido el segundo al mando en la batalla de Palo Hincado.
En 1812 los liberales españoles promulgaron una constitución en Cádiz, en la que se prohibieron los encarcelamientos por más de veinticuatro horas sin la autorización de un juez, los allanamientos sin orden judicial, las confiscaciones de bienes y la tortura.
En agosto de 1812, José Leocadio, Pedro de Seda, Pedro Henríquez y otros esclavos conspiraron en el ingenio de Mendoza, cercano a la ciudad de Santo Domingo, y en el de Mojarra, próximo al poblado de Guerra, para provocar una insurrección de sus compañeros de infortunio.
Fueron denunciados y condenados a muerte en ese mismo mes.