La versión de escritorio de la popular aplicación es una buena alternativa cuando no podemos estar pendientes del teléfono
¿Hartos de escuchar frases del tipo ‘estás todo el día el móvil chateando’ o ‘no quitas la mirada del móvil aunque te estén hablando? WhatsApp Web, la versión para ordenador de la popular aplicación de mensajería instantánea, no sólo ahuyenta los comentarios más analógicos y, a veces, impertinentes, sino que, por un lado, traslada el microuniverso de WhatsApp al monitor del PC, y por otro, favorece la posibilidad de seguir conectado sin necesidad de perder una mano.
El funcionamiento de dicha aplicación no difiere en exceso de lo que se puede hacer en la versión móvil, pero sí que hay algunas cuestiones que se deberían tener en cuenta a la hora de utilizar la versión web de WhatsApp.
Lo primero que se podría destacar es la principal restricción de uso, empezando por la inherente dependencia que tiene de la ubicación del móvil. Que nadie se extrañe si la sincronización se pierde cuando, pongamos por caso, estamos trabajando con un portátil, nos cambiamos de sitio, y nos dejamos el móvil en el lugar en el que estábamos. WhatsApp Web funciona como una interfaz, como una proyección de lo que se ve y se está haciendo en el móvil, de ahí que para que la sincronización sea perfecta, el smartphone tiene que estar relativamente cerca del ordenador.
Un aspecto importante, en materia de gasto de datos -la propia aplicación te lo recuerda- es que, para no vuelen, es preferible conectarse a una red wifi.
El primer paso que hay que dar es entrar en la dirección de Whatsapp Web y seguir los pasos que se indican: Abrir la app del móvil; clicar en el desplegable de opciones y seleccionar WhatsApp Web. Automáticamente, la cámara del móvil se activará en busca del código QR que aparece en la pantalla del ordenador. El usuario debe escanear el código y, casi de forma inmediata, se producirá la conexión entre el móvil y la computadora.
A partir de ese momento, ya se puede funcionar como si estuviéramos delante del móvil. De hecho, no hay que ser un avezado usuario de la app original para saber cómo moverse por la interfaz web. Es muy intuitiva.
Utilidades clave
Posiblemente, estamos ante el modo más rápido de transferir información desde la app al ordenador. Nuestros móviles reciben tantos documentos y archivos en forma de imágenes o vídeos vía WhatsApp que, en ocasiones, necesitamos sacarlos del móvil para que nuestro almacenamiento no se llene enseguida.
La particularidad de esta sincronización es que sí tenemos acceso a las fotos y documentos asociados a WhatsApp, pero no al resto de contenidos que hay en el móvil, del mismo modo que podemos adjuntar archivos guardados en el PC.
En cuanto a las notificaciones, existe la posibilidad de utilizar las alertas de aviso, e incluso la de mostrar la opción de vista previa del mensaje en las alertas de escritorio. Es posible, además, desactivarlas una hora, un día o una semana.
Asimismo, y teniendo en cuenta que las funcionalidades relacionadas con la redacción de texto (negritas, cursiva, texto tachado, etc) son idénticas a la aplicación, en la versión web hay un buscador de emojis
En la versión web, como en la aplicación móvil, es posible encontrar rápidamente el icono que queremos poner junto al texto de forma rápida y ágil. Así, si queremos un emoji sonriente, pondremos la palabra ‘sonrisa’ y automáticamente nos saldrán todas las posibilidades que ofrece la aplicación.
Se pueden visualizar estados; abrir nuevos chats; fijarlos para que aparezcan en las primeras posiciones; seleccionar mensajes clave de una conversación; escuchar audios y visualizar vídeos; crear nuevos grupos, buscarlos o eliminarlos… En definitiva, todo lo que estamos acostumbrados a hacer con esta aplicación móvil.
Algo que sí que podemos hacer con la versión web es algo habitual en un ordenador: arrastrar archivos, por ejemplo, del escritorio a la interfaz de WhatsApp Web, y adjuntarlos a una conversación. Saldrá una vista previa antes de mandar el mensaje y te dará la posibilidad de adjunto un texto explicatorio.
Como recomendaciones generales en cuanto a seguridad, siempre es preferible realizar una conexión a partir de una ventana con el modo incógnito de, por ejemplo Google Chrome, así como cerrar todas las sesiones siempre y cuando no se vaya a seguir utilizando el servicio.
Desde el móvil se puede hacer un seguimiento de cuándo ha sido la última conexión, con lo que cualquiera puede darse cuenta de si ha habido algún intruso en tu cuenta. Nunca se sabe quién puede estar mirando.
Tomado de https://www.elmundo.es