Los asistentes de voz se van abriendo camino poco a poco y cada vez más hogares disponen de uno
¿Quién no ha oído hablar de Alexa? El asistente virtual de Amazon se ha convertido en la referencia en un segmento de mercado, el de los altavoces inteligentes, que el coloso creó a partir de la nada. Pero no está solo. Los altavoces inteligentes se han convertido en un regalo perfecto en navidades y cualquier otra ocasión, y es que se trata de un presente ingenioso, no excesivamente caro, y que puede transformar las costumbres en el hogar. Ahora bien, ¿sabe realmente todo lo que puede hacer con un altavoz inteligente?
Lo primero que hay que comprender es que este tipo de dispositivos funciona gracias a sistemas basados en inteligencia artificial (Alexa, Siri o Google Assistant), y a estos cerebros se les ha añadido un altavoz acompañado de unos micrófonos muy sensibles que atienden el comando que los activa a gran distancia. Con esta tecnología de base, estos son algunos de los usos que están disponibles.
Escuchar música
Un estudio llevado a cabo por Canalys entre propietarios del Amazon Echo y Google Home demostró que el grueso de los usuarios emplean los altavoces para las funciones nativas por las que fueron diseñados: escuchar música, comprobar la predicción meteorológica, poner alarmas o temporizadores o pedir información. Este informe reveló que existe una mayor resistencia a emplear desarrollos de terceros, no se sabe muy bien si por desconocimiento o si realmente no existe una necesidad real de ello. Lo que está claro es que un altavoz inteligente no terminará acumulando polvo en un estante: el 65% de los encuestados confesaron que este dispositivo ha cambiado su día a día en casa y un 75% de los mismos confesaba que lo usaba al menos una vez al día. En lo que respecta a la música, algunos altavoces apuestan muy fuerte por la calidad del sonido como es el caso del Echo Studio o el HomePod de Apple.
Poner la calefacción o encender las luces
Un altavoz inteligente gana muchísimo en utilidad si se complementa con dispositivos conectados como enchufes, bombillas, cámaras, o cualquier otro equipo domótico compatible. La gracia de los altavoces reside en que, de viva voz y a distancia, se pueden llevar a cabo acciones que antes eran más laboriosas: «Alexa, enciende la calefacción» o «Ok, Google, enciende la sala», es todo lo que necesitamos hacer para llevar a cabo cualquiera de estas dos acciones. ¿Se queda todo esto en una ensoñación futurista? Lo cierto es que no, y las cifras demuestran que uno se acostumbra rápido a la comodidad de los comandos de voz.
Hacer llamadas telefónicas
Estos altavoces cuentan con unos micrófonos muy sensibles y gracias a ellos, se pueden mantener conversaciones telefónicas a distancia con cualquier persona de nuestra agenda de contactos. Un «Ok, Google, llama a (nombre del contacto en nuestra agenda)» será todo lo que hará falta hacer para establecer una llamada. Los altavoces de Apple y Google cumplen esta función de forma nativa, mientras que los Echo de Amazon confían en Skype (es necesario disfrutar de una cuenta activa con saldo) para hacer llamadas.
Localizar el móvil perdido
¿Cuántas veces se nos ha perdido el móvil en casa y tenemos que pedir que alguien nos llame para localizarlo? Con los altavoces inteligentes, esto se hace también mediante un comando de voz que hará que el terminal pite sonoramente hasta localizarlo.
Hacer conversiones
¿Cuánto son 50 millas en kilómetros? ¿Y pulgadas en centímetros? Quien tenga un altavoz inteligente sabe que este tipo de dudas se resuelven en segundos y con gran eficacia con un simple comando de voz. Los dispositivos que disfruten de una pantalla, como es el caso del Amazon Echo Show, verán esta información reflejada en la pantalla.
Hacer la lista de la compra y establecer recordatorios
Esta es otra de las funciones core que más se demandan en un altavoz inteligente: un «Alexa, recuérdame que compre el pan esta tarde» será más que suficiente para que el dispositivo nos lo indique tanto en los distintos altavoces de la casa, como en la aplicación móvil en el teléfono. Crear citas resultará muy sencillo y las podemos programar con la voz, soportando estos sistemas además las agendas más populares (Google o Apple), de manera que la cita aparecerá en el teléfono registrada.
Reproducir podcasts y audiolibros
El fenómeno de los podcast está viviendo una segunda y vigorosa juventud, y otro tanto de lo mismo se puede decir de los audiolibros. Con los altavoces inteligentes es fácil reproducir un podcast indicando el nombre del mismo; en algunas plataformas se puede hasta especificar el episodio, y en todo momento, pausarlo, subir o bajar el volumen.
Resolver cualquier tipo de duda
En ocasiones se nos olvida, pero los altavoces inteligentes son solo la punta del iceberg de complejos sistemas de inteligencia artificial a los que podemos solicitar cualquier información: ¿Cuántos habitantes tiene Madrid? Haz la raíz cuadrada de 25, o ¿cuándo fue el hombre a la Luna? Son solo unos simples ejemplos de todo lo que puede hacer un sistema de estas características. Lo bueno del asunto es que su conocimiento no para de crecer y cada vez serán más inteligentes.
Tomado de https://elpais.com