Santo Domingo, RD. En ruta por la Ciudad Colonial me detengo cuando, en el primer tramo de la calle Mercedes que se inicia en la calle Las Damas, vislumbro en su acera izquierda una fachada blanca. ‘Mira, la Casa de las Gárgolas’, digo a mi hijo Alexis, quien me acompaña en mis periplos por la Zona Colonial de Santo Domingo. Es que dicho edificio del siglo XVI (con transformaciones en el siglo XVIII), se conoce con tal nombre por los desagües en forma de animales mitológicos de la Edad Media, que además tenían la función de alejar los espíritus malignos.
Lo que lamentablemente pasa desapercibido de esta casa, que hoy aloja la sede de la Fundación Dominicana de Desarrollo, es que en ella se interpretó por vez primera el Himno Nacional Dominicano.
Estreno y aprobación
Corría el año 1883 cuando el 17 de agosto en la Casa de las Gárgolas, ocupada en ese entonces por la Logia La Esperanza, los masones Emilio Prud’Homme y José Reyes estrenaron en ella el Himno Nacional. Según consigna el escritor José Rafael Lantigua en su columna Raciones de Letras, en Diario Libre, ‘se compone y se interpreta treinta y nueve años después de proclama da la Independencia’. Para la actividad se organizó una velada de la prensa nacional. Interpretó el himno ‘un coro de jóvenes acompañado de una orquesta compuesta por dos violines, dos clarinetes, dos flautas, contrabajo, bombardino, trompa, bajo y el cello que lo tocó el propio compositor José Reyes’. Imagino cómo los vecinos oirían de lejos su letra y su música marcial…
En cuanto a su declara ción oficial como Himno Nacional Dominicano, tuvo lugar en 1897 al ser aprobado por el Congreso Nacional, con algunas correcciones realizadas por el propio Prud’Homme, según especifica Lantigua. Si bien diferentes entidades lo interpretaban en sus actos, no fue hasta el 30 de mayo de 1934 cuando por ley fue declarado Himno Nacional Dominicano, siendo presidente Rafael L. Trujillo.
Casa de los Jesuitas
La Casa de las Gárgolas tiene a su lado oeste la Casa de Juan de Villoria, del siglo XVI. (También forma parte de la Fundación Dominicana de Desarrollo). Hacia su lado este, la Casa de los Jesuitas, con su austera fachada de piedra. Por haber sido hecha construir por Nicolás de Ovando a principios del siglo XVI ‘se trata de una de las casa más antiguas de la ciudad de Santo Domingo’, aunque con diversas intervenciones, indica María Ugarte en Monumentos Coloniales.
Tomado de https://listindiario.com