Un estudio francés iniciado en 2009 y que se prolongará hasta 2029 arroja una sombría estadística para los amantes de las bebidas dulces. Las conclusiones indican que el consumo tanto de las bebidas azucaradas como de las endulzadas artificialmente aumenta considerablemente las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Si te sientes seguro optando por las versiones dietéticas de tus bebidas preferidas, hay malas noticias: todo indica que los efectos de ambas para la salud son similarmente nocivos.
A esta conclusión han llegado investigadores franceses tras monitorear desde hace más de diez años el consumo que más de 100.000 personas hicieron de refrescos, bebidas de frutas, zumos 100% de fruta y otras bebidas similares.
Para elaborar el estudio, los científicos dividieron a los participantes en tres grupos: quienes no consumían ni bebidas azucaradas ni bebidas endulzadas artificialmente, quienes las consumían con moderación y quienes las tomaban con regularidad.
Por bebidas azucaradas se entienden aquellas como las mencionadas que contienen al menos un 5% de azúcar, mientras que las endulzadas artificialmente engloban aquellas que suplen la falta de azúcar con aspartamo, sucralosa o endulzantes naturales como la stevia.
Los sujetos debían completar tres diarios en los que explicaban sus hábitos de consumo cada seis meses. Eso dio una idea exacta de la cantidad de bebidas dulces que consumía cada uno.
Al cabo de una década, se compararon por separado los hábitos de consumo de bebidas azucaradas como de bebidas endulzadas artificialmente con posibles primeros casos de «accidente cerebrovascular, ataque isquémico transitorio, infarto de miocardio, síndrome coronario agudo y angioplastia», tal y como comunicaron los científicos al frente del estudio.
Resultó que los consumidores habituales de bebidas azucaradas o endulzadas artificialmente tenían un 20% más de probabilidades de sufrir problemas coronarios que quienes evitan los dos tipos de bebida y priorizan opciones más sanas, como el café o el té.
En otras palabras, aquellos que bebieron muchas bebidas que sustituyen el azúcar por aditivos alternativos, lo que incluye a todas las formas light o zero de los refrescos, presentaron el mismo riesgo elevado de sufrir complicaciones en el sistema cardiovascular.
Tomado de Mundo Sputnik