Cuarenta y seis años esperando por una promesa y decenas de protestas no han sido suficientes para escuchar el clamor insistente de más de 20 mil personas residentes en el municipio de Baitoa, localizado al sur de esta provincia, que demanda el servicio de agua potable.
Ayer, frente a la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), los manifestantes volvieron a exigirle al Gobierno central un sistema de abastecimiento de agua potable eficiente que alcance para todas las comunidades del municipio.
“Hemos sufrido el calvario que significa no disponer de agua apta para el consumo humano por más de cuatro décadas”, expresaron los residentes de Baitoa durante un piquete que interrumpió el tránsito por la avenida Circunvalación Sur, lo que obligó la presencia policial.
Los manifestantes, que están agrupados en la Unión de Organizaciones Comunitarias de Baitoa, el Comité Pro-construcción Acueducto Múltiple de Baitoa y la Asociación de Desarrollo Municipal, lo integran dirigentes juveniles y choferiles, representantes de la Iglesia Católica y juntas de vecinos.
El sacerdote Saulio Santiago y el dirigente comunitario Alfredo Matías expresaron que todo un pueblo necesita y desea ser atendido.
Dijeron que de distintas formas seguirán en pie de reclamo porque consideran que un pueblo bien atendido se desarrolla.
Mientras que la regidora y maestra María Jiménez dijo que están todos unidos porque viven momentos de desesperación.
“Hombres y mujeres estamos decididos porque queremos agua ya”, apuntó la dama, quien se confundía en la manifestación con los jóvenes, amas de casas, comerciantes y choferes de Baitoa.
El dirigente del transporte Santiago Rodríguez deploró la negligencia de las autoridades para suplir de agua potable a todo un pueblo que ya está desesperado por la situación.