Santo Domingo, RD. El tráfico de niños y adolescentes haitianos se ha incrementado por la frontera de la provincia Dajabón y la mayoría son transportados a la ciudad de Santiago, donde deambulan realizando diversas actividades.
Caminan por las calles con cajones de lustrar calzados, otros limpian cristales de vehículos en algunas intersecciones, pero también los hay que se dedican a pedir, recoger botellas, plásticos y otros objetos que vierten personas y que ellos pueden vender.
El tráfico de niños y adolescentes se produce a pesar del reforzamiento militar que han dispuesto las autoridades castrenses y migratorias dominicanas en la línea limítrofe entre los dos países caribeños.
Drama
Muchos de esos niños y adolescentes también pernoctan en lugares públicos y duermen en construcciones abandonadas y otros lugares.
Agentes de las policías Municipal y Nacional en muchas ocasiones han intervenido una casa destruida y otra en construcción ubicadas en la calle del Sol, casi en la intersección con la avenida Francia, las cuales se encuentran abandonadas y sirven de refugio para adolescentes haitianos.
El activista de Derechos Humanos de Santiago, Jorge Galván, declaró al Listín Diario que el problema es dramático y hay que buscar una solución urgente porque cada día llegan más.
Expuestos
Según Galván, esos menores cuando son trasladados desde Haití, se exponen a todo tipo de abusos por los traficantes.
Mientras que un funcionario de Migración en la zona Norte explicó a Listín Diario que hay tratados y organismos internacionales que prohíben expulsar a niños y adolescentes haitianos y de otras naciones que pernoctan las calles de Santiago.
Manifestó que los pueden recoger y albergarlos en el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), pero no repatriarlos a pesar de que no nacieron en República Dominicana y deque son víctimas de mafias que operan en Haití en contubernio con dominicanos.
El profesor haitiano Jean Baptiste, ex líder de la organización Protección Civil del Noreste de Haití con asiento en Cabo Haitiano, proclamó que el tráfico de niños hacia República Dominicana es grave.
Al mismo tiempo, se quejó porque muchos de ellos son objetos fáciles para que los “poteas”, como se conoce en Haití a los traficantes, abusen de ellos sin piedad.
Subrayó que contrario a República Dominicana, en Haití los adolescentes que delinquen eran enviados a cárceles junto con adultos que abusaban de ellos.
Pero que por una presión de entidades de su país y organismos internacionales, ha logrado despejar a esos niños de las cárceles y que como no tienen familiares que los alberguen, pernocta en las calles de su país y eso aprovechan delincuentes para traficarlos a territorio dominicano.
Explotación
Por igual, expresó que ahora no los están devolviendo desde República Dominicana, pero que hay personas, muchas de ellas de origen haitiano, que los usan y los explotan en las calles para sacar beneficio.
El abogado José Alberto Peña, vicepresidente de la Coordinadora de Organizaciones Populares de la zona Sur de Santiago, informó que junto a representantes de otras entidades rescataron siete niños haitianos, tres hembras y cuatro varones, que eran explotados laboralmente por compatriotas suyos.
Los niños residían en el empobrecido sector conocido como Cañada del Diablo.
“Ellos(los haitianos), los ponían a pedir en las calles, a limpiar zapatos, vender flores, lustrar cristales de los vehículos en los semáforos, nosotros expulsamos de nuestra zona a esos abusadores y a los niños y niñas se los entregamos a las autoridades”, comentó.
Una activista de la organización Acción Callejera manifestó que están dando seguimiento a esos niños, pero que hasta ahora han identificado 14, que se exponen al peligro de contagiarse del Covid-19 y de abusos diversos.
Tomado de https://listindiario.com