El gimansta dominicano Audrys Nin Reyes coronó otro oro en su trayectoria de Juegos Panamericanos, lo hizo esta vez en Santiago 2023 en una prueba en la que superó al brasileño Arthur Mariano.
Nin totalizó 14.466, al igual que el suramericano, pero el oro se lo lleva el que, según determinación de los jueces, tenga mejor ejecución en los dos saltos.
«Me siento súper feliz. Una bendición. Agradecido con Dios por darme la oportunidad de ser nuevamente campeón panamericano y también clasificar a los Juegos Olímpicos», dijo Nin.
La competencia se disputa en el Centro de Deportes Colectivos en la comuna de Ñuñoa, en Santiago de Chile.
El bronce fue para Felix Dolci (Canadá), quien puntuó 14.383.
Sin dudas que estos Juegos le han resultado más que benecicioso al atleta de Barahona. Nin se ha llevado un quinto puesto en all around, suma esta medalla de oro y va por otra en barra fija.
Un buen pedazo del pastel continental que aquí se disputa. «Está sabroso», señaló el gimnasta quien agradece a su entrenador el cubano Amaury Holguín, así como a la Federación Dominicana de Gimnasia, Creando Sueños Olímpicos, el Ministero de Deportes, Comité Olímpico Dominicano, a los terapeutas, médicos. «Este trabajo es de todos ellos».
Nin sigue sumando triunfos en estos Juegos. En Lima 2019 solo fue a la final de en un evento, que es salto, ahora alcanzó dos. «El sacrificio es lo que te da la posibilidad de los resultados. Me sentía plenamente tranquilo en que iba a dar mi mejor actuación», señala Nin.
¿Un súper atleta?
Por años Audrys lleva premios y más premios a su vitrina. Pero esos triunfos los ha logrado con sobrado dolor.
En el 2017, en una Copa del Mundo en París, Francia, el presidente de su federación, Edwin Rodríguez, le dijo que se retirara en la parte final.
Nin, todo valiente, le dijo que no. Que se preocupara por buscarle algo para el dolor, que él resolvería lo otro. Y así logró uno de los podios más dulces de su carrera.
¿Será un súper atleta?
«¿Un súper atleta»?, reacciona con la misma pregunta y una ligera sonrisa, como si lo impactara la pregunta. «Bueno, me siento un atleta con muchas condiciones y es un privilegio que Dios le da a uno».
Y aún hay más: «Me siento una estrella por el trabajo que realizo todos los días y el sacrificio que hago arduamente».
No solo fue París, en estos Juegos, el gimnasta compite con un dolor que requiere de atención cercana. Su tobillo derecho lo traiciona, pero aún así, sigue sus ejecuciones.
«Ha sido difícil, no ha sido fácil tene que adapatarme a competir con dolor, pero es gracias a Dios primero y a la mentalidad que hemos venido fortaleciendo junto también a los sicólogos de poder hacer los elementos con dolor», expresa el atleta.