Residentes en distintos sectores de la capital se quejaron ayer de la crisis en el suministro de energía eléctrica, la cual dijeron los está golpeando duramente cada día, especialmente a los pequeños negocios.
En un recorrido hecho por los barrios Cristo Rey, Puerto Isabela, La Zurza, Capotillo, Ensanche Luperón, María Auxiliadora, Los farallones de La Isabelita, entre otros, el reclamo en cada esquina basaba en el incremento de los apagones y la alta facturación.
En la zona conocida como “La Goya” de Cristo Rey, sentada con un niño en sus brazos buscando combatir el calor bajo la sombra de un árbol, la joven madre Luciana Jiménez dijo que diariamente reciben varias tandas de entre cuatro y 5 horas diarias sin el servicio eléctrico.
“La luz se va a las 2 de la tarde y llega a las 6:00 y se va en la mañana y vuelve a las 2:00 de la tarde diariamente. Uno no puede casi ni trabajar, las saloneras están cerradas por eso”, dijo.
Jiménez agregó que en el caso de las propietarias de los salones de belleza, como el toque de queda se aplica desde las 7, ellas solo laboran hasta las cuatro de la tarde y como no hay energía, no abren.
En el caso de doña Carmen Martínez, de 81 años de edad, quien reside en Puerto Isabela (antiguo Hoyo de Chulín), el tener que irse a la cama a oscuras y con calor es lo que más lamenta.
Al pasar por la calle Respaldo María Montés, de La Zurza, Fidel Crisóstomo consideró como “muy fuerte” la especie de golpe que le da al sector la cantidad de horas que llevan sin recibir energía.
“Aquí dura 4 horas la luz y se va y no vuelve más. Mayormente se va a las 8:00 de la noche y llega a las 1:00 de la tarde. ¿Quién puede dormir con estos calores?”, cuenta casi con ira.
En el caso de los pequeños negocios, como las peluquerías, sastrerías, cafeterías, comedores y colmados, la imposibilidad de trabajar los tiene desesperados en medio de la pandemia.
“Aquí se nos dijo que con Punta Catalina se iba a arreglar y ahora hay más apagones”, destacó Guillermo Alcántara, quien es residente en el Ensanche Luperón.
En la Calle Samaná, del María Auxiliadora, el reclamo es porque “tienen que pagar los apagones”, en un supuesto circuito de 24 horas.
“La luz no llega, pero la factura sí y cada vez más cara. Se va a las 8 de la mañana y llega las 6 de la tarde”, explicó Luz Hermida, quien tiene una pequeña tienda de ropa.
Dinorah Frías, presidente de la junta de vecinos de la zona, pide a las distribuidoras mejorar el servicio y establecer una tarifa fija, porque muchos no pueden con los aumentos que se aplican constantemente.
En Los Farallones, de la Isabelita, la falta de energía se da en hora de la madrugada, en un promedio de 5 hora.
“Hemos empezado a sentir paulatinos apagamos. Pensamos que puede ser un plan para desacreditar la gestión del gobierno, porque no es posible que de la noche a la mañana tengamos tantos apagones”, explicó Carlos Fabián, mientras compartía con unos amigos en la Calle Las Carreras de Los Farallones.
El grito por los constantes apagones también es notorio en las redes sociales, donde los ciudadanos a diario expresan su inconformidad con el servicio.
Tomado de https://hoy.com.do
