Santiago, RD. Muchas de las envasadoras de Gas Licuado de Petróleo de la provincia de Santiago no cumplen con los protocolos de seguridad requeridos, pero tampoco hay una supervisión de las autoridades competentes, de acuerdo a técnicos y otros sectores locales.
A su vez, establecen, que a eso se añade, el poco entrenamiento del personal que labora en esas plantas del carburante. A esto se agregan las quejas de residentes en la ciudad más poblada del Cibao de que esas plantas distribuidoras de GLP, se encuentran ubicadas en barrios, sectores y urbanizaciones de alta densidad poblacional.
Aseguran que incluso algunas han sido levantadas en las proximidades de centros educativos públicos y privados, así como clínicas bastante frecuentadas por la ciudadanía.
Posición de la ACIS
El presidente de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (Acis), Sandy Filpo, dijo que las instalaciones de plantas de gas en zonas vulnerables es un problema que afecta a esta ciudad.
Igualmente, la Asociación de Comerciantes Mayoristas en Provisiones de esta ciudad (Amaprosan) expresó su descontento por el proyecto de construcción de una estación de gas licuado de petróleo, entre el medio de esa institución y el Hospital Metropolitano de Santiago (Homs).
Mientras, el presidente de la Acis explicó que se solidarizan con Amaprosan y otros sectores que se oponen a que se instale una planta de gas en esa zona tan vulnerable.
De su lado, el presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Santiago, Juan Carlos Hernández, reconoció la gravedad de que muchas de esas estaciones de gas se encuentran localizadas en lugares de alta peligrosidad.
Entiende que las autoridades tienen que controlar los permisos para la construcción de esas estaciones, pero a la vez mantener un sistema permanente de supervisión de las que ya existen.
Sacerdote e ilegalidad
El sacerdote Nino Ramos dijo que muchas de esas plantas de gas son ilegales y que se han podido instalar porque los interesados “flojan mucho dinero”, porque son gente de influencia.
Ocho explosiones en 9 años
Las estadísticas de los organismos de socorro establecen que en los últimos 9 años, en Santiago, han ocurrido ocho explosiones en tanques de almacenamiento de GLP, dejando un saldo de 10 muertos y al menos 20 lesionados.
El escape más reciente se originó el 3 de este mes en la envasadora Coopegas, de la comunidad de Limonal Arriba, de Licey Al Medio, provincia de Santiago, provocando la muerte de diez personas y otras tantas resultaron con lesiones graves.
Representantes de las juntas de vecinos Unidos para Crecer de Limonal Arriba y Brisas del Palmar, dijeron que junto al Ministerio de Interior y Policía, someterán a los propietarios de la estación de gas licuado de petróleo de Limonal Arriba y que además, exigen indemnizar a los familiares de los fallecidos, así como a las demás personas que resultaron con quemaduras.
Las entidades dicen que los ejecutivos de dicha planta actuaron con negligencia, mal manejo del establecimiento, al usar un personal no entrenado para tales fines y que ahí basarán su demanda.
Tras el accidente, el ayuntamiento del municipio de Licey al Medio, dispuso el cierre de la envasadora de gas accidentada.
En los últimos años representantes de juntas de vecinos, de las iglesias Católica y evangélicas, y organizaciones barriales, han protagonizado diferentes jornadas para impedir la instalación de plantas de gas licuado de petróleo, pero los propietarios se han impuesto.
Esas entidades dicen que los establecimientos han sido ubicados en lugares de gran densidad poblacional y que no garantizar la seguridad de la gente que vive en su cercanía.
Compromiso
Mientras Audilio Concepción, presidente del Consejo de Administración de Coopegas, y el gerente general, Héctor Ramón Vásquez, tras reunirse con la gobernadora de la provincia, Rosa Santos y grupos comunitarios del lugar donde se encuentra instalado el establecimiento, expresaron que resarcirán los daños causados por la explosión.
Técnicos opinan
Según técnicos de los organismos de socorro que han analizado la ubicación de las envasadoras de GLP en Santiago, algunas de estas, sobre todo las ubicadas en municipios de la provincia y en la periferia de la ciudad, tienen los tanques de almacenamiento al aire libre, aunque lo correcto es mantener esos recipientes bajo tierra como medida de seguridad para empleados y personas que viven en sus alrededores.
También carecen de suficientes extinguidores y de estaciones de bomberos.
Tampoco exigen a los automovilistas que van a adquirir el combustible que apaguen sus autos cuando se están surtiendo del carburante.
Recuerdan los expertos que en gestiones municipales pasadas, se aprobaron decenas de plantas de gas, lo que generó protestas y rechazo de varios sectores y agrupaciones de Santiago.
Tomado de https://listindiario.com/