Dirigentes comunitarios de los sectores capitalinos La Ciénaga y Los Guandules solicitan una reunión con el presidente Luis Abinader o que designe una comisión de alto nivel que reciba a los representantes de la zona para tratar el proyecto Nuevo Domingo Savio, ya que consideran que debe ser reformulado.
Patricia Gómez, de Ciudad Alternativa, quien acompaña a los comunitarios, explicó que los dirigentes de La Ciégana y Los Guandules cuentan con un documento elaborado con los puntos que consideran deben ser tomados en cuenta en la continuación del proyecto.
Estima que la ratificación del empresario José Miguel González Cuadra como director ejecutivo de la Unidad Ejecutora para la Readecuación de La Barquita y Entorno (URBE) no cayó bien, ya que este es el responsable del desarraigo de las familias que se quedan en el aire.
Precisa que durante la campaña electoral conversaron con la comisión de vivienda del Partido Revolucionario Moderno (PRM), donde plantearon la necesidad de que se reunieran con las organizaciones del territorio para escuchar sus inquietudes y buscar soluciones en caso de que ganaran las elecciones, como al efecto ocurrió.
Cita entre las dificultades, procedimiento incorrecto en las negociaciones, con manipulación, sujeción y otras acciones represivas que no dejan espacio a los afectados para pensar.
“Las familias siquiera tienen criterio de cómo se definen los precios de sus propiedades; te llevan a una oficina y te dicen, mire, usted se tiene que ir, el monto que le toca es este; o sea, la gente no tiene voz, no tiene nada”, precisa.
Señala que la historia es la misma: a los inquilinos les entregan un monto, mientras a los propietarios les evalúan las viviendas sin tomar en cuenta el sacrificio que hicieron para levantar su techo, ni si el inmueble es la fuente de sustentación.
Estima que un grave error de URBE es tratar a las familias como invasores, de ahí que no importa si el propietario tiene un colmado, una iglesia u otro bien, la evaluación no cuesta más de RD$200 mil.
“Es atropellante, van donde la familia, lo citan solo, en una oficina, con un militar al lado, ya tu sabes la presión que siente una persona adulta, una madre, con una gente diciéndote eso es lo que hay, en esas condiciones, firmo o me jodo”, expresa.
Define esas acciones descritas como “desalojo forzoso”, aunque las autoridades quieran llamarlo de otra manera, como reubicación, ya que no lo son en ninguna parte del mundo.
Tomado de https://hoy.com.do/