Conflictos. Desde sus inicios afronta situaciones que vienen involucrando a cada alcaldía que llega. Recursos. El trasfondo es el incumplimiento en los pagos.
SANTO DOMINGO.-El incendio que afecta el vertedero de Duquesa y mantiene en vilo a las autoridades ante la amenaza de que la humareda incremente las afecciones respiratorias y el COVID-19, revela la falta de interés de las distintas gestiones de gobiernos, tanto Central como locales, para enfrentar con determinación un servicio básico como es la higiene pública.
A eso se suma la falta de voluntad social de la gente de no pagar con regularidad el servicio de recogida de basura, y la de tirarla por doquier, lo que agrava la carencia de recursos para implementar mecanismos eficientes y darle tratamiento adecuado, clasificar y sacar provecho a través del reciclaje de los desechos sólidos.
Tomando en cuenta que Duquesa concentra unos 20 millones de toneladas de residuos sólidos a cielo abierto y es manejado en condiciones de alto riesgo ambiental, demuestra que durante décadas no ha sido prioridad en las agendas nacionales.
Inicios
Dicho vertedero, ubicado en Santo Domingo Norte y con una extensión de 1,240,000 metros cuadrados (246 hectáreas), surgió en los años 90 para suprimir un botadero de Haina y otro de Los Guaricanos.
Se ubicó en terrenos del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) y formalizó el inicio de sus operaciones entre noviembre 1997 e inicio 1998 durante la gestión del entonces síndico de Santo Domingo, Rafael Suberví Bonilla.
A lo largo de ese trayecto, lo que empezó como un “relleno controlado” ha degenerado en crisis cíclicas ante la falta de recursos para el manejo adecuado de los desechos, que hoy implicarían unos 15 millones de pesos mensuales, según el empresario ligado al sector Jorge Rizek.
Desde el 1993 la JICA (Agencia de Cooperación del Japón) empezó a reportar sobre las operaciones de este vertedero e hizo recomendaciones al Estado para implementar el Plan Maestro para Manejo de Residuos Solidos.
En 1998 se concretizó la construcción de vías de acceso y oficinas del «Vertedero Controlado de Duquesa» y balanzas de pesajes bajo la presidencia de Leonel Fernández y la sindicatura encabezada por Johnny Ventura.
Conflictos legales
En 2002 pasó su administración del Ayuntamiento del Distrito Nacional al de Santo Domingo Norte como resultado de la división territorial del Gran Santo Domingo.
En el 2007, el alcalde Jesús Féliz decidió hacer una licitación para ceder el manejo a una empresa que resultó ser Lajun Corporación, que administró por diez años el relleno, degradándolo a vertedero al dejar de tratar los residuos sólidos”, narró el consultor en asuntos municipales Waldys Taveras.
El tratamiento, según el experto, consiste en enterramiento de tuberías para llevar los lixiviados a una piscina y para manejar el gas metano que produce la descomposición de los residuos sólidos.
El contrato con la empresa Lajun fue objeto de modificaciones entre 2009 y 2017 hasta que entró en litis. Taveras afirma que el conflicto surgió porque Lajun quería que le pagaran como un relleno controlado, pero dándole el tratamiento de un simple botadero de basura.
La firma mantiene un conflicto jurídico con el Estado dominicano por 300 millones de dólares, el cual sigue activo en tribunales internacionales.
Cada ayuntamiento del GSD paga una tarifa por utilizar el vertedero.
Traslado Vs. Parque
Opciones. Como urbanista, Marcos Barina no concibe que Duquesa mantenga ahí las operaciones. Sostiene que debe ser trasladado una vez se complete el cierre técnico, que tomará unos siete años, y se le busque otro lugar definitivo para su adecuado manejo.
“Entiendo que el tema del depósito y disposición final de la basura es supramunicipal, algo que debe ser definido por la Mancomunidad del Gran Domingo, Gobierno y otras figuras”, comentó Barinas.
También abogó porque se cumpla con los objetivos del decreto que creó la comisión para abordar todo lo relativo al vertedero de Duquesa.
Tomado de https://eldia.com.do/