Un país, una nación, se construye en el tiempo, evoluciona en épocas sucesivas, indetenibles, que pasan cediendo el sendero a una innovada visión de futuro.
Detrás, en el tiempo pasado, hubo una estera de hechos tangibles, movimientos sociales, actividades cotidianas de la sociedad, construcciones, vale decir arquitectura. Son historias tejidas por los pueblos con la que se construye una cultura.
Una mirada retrospectiva al viejo continente avizoramos escenario de grandes acontecimientos que trasformaron el planeta en las perspectivas, de la ciencia, los movimientos sociales y el arte.
En él se manifestaron dos grandes épocas de la arquitectura: la del arte Gótico y en los siglos XIV, XV y XVI de la Arquitectura del Renacimiento.
Precisamente fue en la época de auge del Renacimiento a finales del siglo XV el descubrimiento de América y por ende de La Española. Ya entrado el siglo XVI la colonización de los territorios conquistados a ultramar por las burguesías europeas es una realidad. Y como es obvio, con los conquistadores viajaron sus culturas y costumbres las cuales fueron asimiladas por los habitantes de la América colonizada.
El legado cultural europeo es variado en América, pero nos interesa el caso nuestro. Con breve paseo en la zona colonial de Santo Domingo viajando retrospectivamente en el tiempo y de seguido nos topamos con los rasgos arquitectónico de la Europa de aquella época.
¿Y qué importancia tiene lo que hemos reseñado? Tiene importancia étnica porque la arquitectura es una expresión cultural de pueblos y ciudades Además constituyen atractivo para los turistas, de este modo las imágenes arquitectónicas es fuentes de divisas para los países.
Pues bien, Paris, Madrid, Roma, Londres y el Estado del Vaticano son las ciudades europeas, entre otras, que más viajantes de la industria sin chimenea reciben. Visitas de miles de trotamundos llevan consigo miles de millones de Euros para adquirir bienes y servicios esas grandes urbes.
Las República Dominicana no se queda detrás, pues también miles de turistas viajan a nuestras ciudades, es el caso de Santo Domingo, donde concurren a conocer la Catedral Primada de América y el Alcázar de Colon, entre otras vetustas arquitecturas.
Las provincias también exhiben patrimonio cultural. En la región sur, en Barahona y San Juan de la Maguana hay sendos arcos de triunfo.
El caso que nos ocupa, Santa Cruz de Barahona, además del Arco de Triunfo mencionado como rasgo arquitectónico de la ciudad, exhibimos el Palacio Municipal frente al Parque Central Y la catedral Nuestra Señora del Rosario.
Queremos destacar la Catedral Nuestra Señora del Rosario recién remozada porque en la labor de reparación de la misma no se alteraron los rasgos esenciales de la arquitectura original. Creo que las autoridades eclesiásticas locales jugaron su rol para que esto sucediese.
Sin embargo, no sucedió de igual manera en el complejo citadino Palacio Municipal Parque Central. Este último fue totalmente desmantelado para construir un nuevo parque con rasgos arquitectónicos contrastante con el centro histórico cultural de Barahona, construido hace más de 80 años
Así también, destruyeron la plaza en honor al coronel Francisco Alberto Caamaño Deño, ubicada frente al antiguo local de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, para construir un parquecito que deja mucho que desear.
Hoy día, los constructores en Barahona en su afán de lucro y en complicidad con las autoridades, destruyen la arquitectura de la ciudad levantada por nuestros ancestros.
En el afán no entienden que la arquitectura y la escultura local es patrimonio cultural de los barahoneros. Es el legado de nuestros antepasados, resultado de la practica social de una época.
Es representación de la memoria colectiva de la ciudad que se tra en el tiempo de generación en generación. Es fundamento para hilvanar el futuro.