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Provincias Dominicanas

La dura espera de 13 años por una escuela en Sabana Perdida

María Herminia María, una residente, dijo lo que más le preocupa es que cuando los estudiantes terminan el nivel básico sus padres tienen que “andar dando brinco buscando liceo” y batallando por un cupo para que estos puedan ingresar a la secundaria.

Luego de años de espera por la terminación de un plantel educativo en la calle Paraíso, en Los Cerros de Sabana Perdida, de Santo Domingo Norte, los vecinos de este sector aún se alimentan de la esperanza de que su lucha, por fin, llegue a su final.

La construcción del centro comenzó alrededor de 2013 y, desde entonces, ha atravesado por períodos de “paro” en el que hubo la interrumpieron de los trabajos y se escenificaron manifestaciones en demanda de que la obra fuera retomada.

La última jornada pacifica realizada ocurrió hace aproximadamente un mes, teniendo, al parecer, los efectos esperados, ya que los trabajos fueron retomados nuevamente.

“Ahora dijeron que venían a ver; ahí trajeron unos bloques. Han estado haciendo algo, esperemos en Dios que sigamos así porque ya ahí se han perdido demasiado impuesto del sudor de nuestro frente”, declaró María Herminia María, una residente dueña de un colmado próximo a la construcción.

“Están trabajando y no lo vamos a soltar, vamos a volver a traer a la prensa”, agregó la mujer. La última jornada pacífica realizada ocurrió hace aproximadamente un mes, teniendo, al parecer, los efectos esperados, ya que los trabajos fueron retomados nuevamente.

ROGANDO A DIOS

“Ahora dijeron que venían a ver; ahí trajeron unos bloques. Han estado haciendo algo; esperemos en Dios que sigamos así porque ya ahí se ha perdido demasiado impuesto del sudor de nuestro frente”, declaró María Herminia María, una residente dueña de un colmado próximo a la construcción.

Herminia María dijo que lo que más le preocupa es que cuando los estudiantes terminan el nivel básico sus padres tienen que “andar dando brinco buscando liceo” y batallando por un cupo para que estos puedan ingresar a la secundaria.

Así, agrega, tienen que enfrentarse también a la distancia en la que están ubicados estos centros, siendo esto lo mantiene firme su espíritu de lucha para que el plantel sea finalmente entregado. Por su parte, Deni Anderson Feliz, informó que su hijo, de 14 años, termina este año el nivel básico y desde ya la idea de tener que enviarlo al centro más cercano, a más de un kilómetro de su hogar, lo perturba.

“Estamos exigiendo que esa escuela termine para que los muchachos puedan estudiar aquí mismo; están en el barrio y uno lo chequea”, dijo Anderson.

Quieren un liceo

Aunque algunos vecinos no tienen idea de si el centro funcionará como liceo, muchos quieren que así sea, para una vez los estudiantes que salen de la escuela básica Minerba Mirabal, al lado de la construcción, pasen a recibir docencia en este cuando hayan completado el ciclo.