Desde hace milenios, los seres humanos hemos empleado la miel como medicina, aplicándola a heridas y quemaduras para combatir infecciones gracias a sus propiedades antimicrobianas. Sin embargo, no ha sido hasta bastante recientemente cuando la ciencia ha comenzado a investigar seriamente estas propiedades.
Más eficaz que la akimacina, menos efectos secundarios
Ahora, un grupo de investigadores ha demostrado que la miel de manuka, producida por las abejas a partir del néctar de la flor del mismo nombre nativa de Nueva Zelanda, podría constituir un remedio eficaz frente a una de las infecciones pulmonares más agresivas y resistentes a medicamentos que conocemos: Mycobacterium abscessus.
En la actualidad, el tratamiento para este patógeno (emparentado, por cierto, con el causante de la tuberculosis, Mycobacterium tuberculosis) supone un año de quimioterapia antimicrobiana junto a un cóctel de antibióticos, incluyendo amikacina, con severos efectos secundarios. El éxito de este enfoque se sitúa alrededor del 50%.
Específicamente, es común que las personas tratadas con akimazina sufran pérdida de audición, náuseas, vómitos, daño hepático…
En cambio, tal y como señalan en el artículo publicado al respecto en la revista científica Microbiology, los tratamientos con diversas concentraciones de miel de manuka demostraron ser eficaces frente a Mycobacterium abscessus, especialmente en combinación con dosis de amikacina mucho menores a las empleadas actualmente.
El secreto de la miel de manuka
La principal explicación a las propiedades de esta miel está en el metilglioxal, una sustancia con propiedades antimicrobianas bien documentadas. Su presencia concretamente en la miel de manuka se debe a que el néctar de las especies de Leptospermum (género al que pertenece la manuka) contiene gliceronas, unos azúcares que reaccionan químicamente al ser transformados en miel.
Sin embargo, parece que también otros componentes contribuyen a su efectividad, ya que los tratamientos que empleaban la miel completa resultaron más eficaces que los que únicamente empleaban metilglioxal en su forma aislada.
En vista de estos resultados, los autores del trabajo esperan que el uso médico de la miel de manuka para tratar esta infección pueda pasar pronto a formar parte de ensayos clínicos. Al fin y al cabo, no sería la primera miel aprobada para esta clase de fines.
Tomado de 20 Minutos