El uso de la mascarilla como medida de prevención del coronavirus se convierte en cosa del pasado en la República Dominicana.
Cada vez son más los dominicanos que circulan en las diferentes calles y avenidas de la ciudad sin tener puesto este artículo que se puede adquirir en cualquier esquina, a un económico precio y de diferentes diseños.
La gente anda en las vías como desentendidos del tapaboca y sin que las autoridades sanitarias o de Gobierno hayan emitido alguna resolución al respecto que relaje su uso o deje a consideración de la persona si se la pone o no.
Al comprobar la implementación de otras medidas anticovid como el distanciamiento social, el mantener la asepsia de las manos al lavarlas con agua y con jabón o higienizarlas con alcohol en gel, también son pautas que están entrando en desuso, pese a que aún prevalece el escenario de pandemia.
Las personas retoman viejas prácticas que en un momento eran casi una acción de deporte extremo, como el saludar con un beso en la mejilla o el estrechar las manos y tocar a otra persona como se hacía previo a la llegada del virus al país.
“Estamos cansados de usar mascarilla…”
“Estamos cansados de usar mascarilla, son casi dos años usando esa vaina con el relajito”, fue la explicación que dio un ciudadano sobre la razón en la que se apoya para no hacer uso de tapaboca.
En las calles, es frecuente escuchar comentarios por parte de los ciudadanos, en los que expresan su reprochen hacia la insistencia de esta medida que aún debe ser aplicada en espacios públicos, transporte de uso colectivo y lugares privados de uso público.
Entre tanto, las autoridades sanitarias del país mantienen vigentes todas las medidas anticovid que fueron establecidas en un principio.
Con el fin del toque de queda se fue el pánico
Una vez que el Poder Ejecutivo emitió el decreto 622-21, se puso fin al Estado de Emergencia, al toque de queda y a las restricciones a la libertad de tránsito, asociación y reunión establecidos en innumerables disposiciones anteriores.
Sin embargo, con todo lo anterior, también se puso punto final al respeto e implementación de las medidas de prevención en la ciudadanía.
Para muchos, el fin de esa era significó la expiración en el país, de un virus que ha cobrado la vida de más de cuatro mil en el país.
Haitianas venden mascarillas pero no las usan
Se convirtió en un hábito visualizar a los vendedores de mascarillas no tenerlas puestas, lo que resulta irónico, ya que lo que se busca es la protección de todos los ciudadanos.
La gran mayoría de los vendedores de este tipo de artículos son haitianos y no suelen utilizar tapabocas.Esta práctica se constató en la en la estación del Metro, María Montez.
Ciudadanos justifican el desuso de tapabocas
Varios ciudadanos consultados por elCaribe justificaron ayer que no utilizan mascarillas, debido a que recibieron varias dosis de la vacuna anticovid. Ramón Vásquez, quien se dedica a la venta de frituras en el sector Ensanche La Fe, expresó que nunca se opuso a inocularse por lo que entiende que no hay que dudar de su eficacia. “Ya me vacuné y confío en que nada me va a pasar, sería el colmo que también deje de salir y no me quite por algún momento la mascarilla. El uno ponerse todas esas dosis tiene que servir de algo”, enfatizó el señor.
Tomado de El Caribe